Intento correr rumbo a una locura más ideal, ideal, ideal... timbra una nube sobre mis lúcidos divagues, en los ojos hay un caldo de colores que otorgan aroma a bestia muerta. Hay espejos que se derriten para formar laguna de mundo que alterna con luces, frases distanciadamente reflejaban un paralelismo casi obligado para esta mente bañada en aguas de naranja y ojos celestes.
El cuerpo que alguna vez se distrajo en humos y senderos ahora se prolonga en un infinito suceso de gotas verdes y escarabajos traslúcidos, hay una nueva visión que se acomoda a la singularidad de este derrame de letras sin esencial nombramiento, miento, miento... dentro de las huellas ha quedado un tiempo colapsado y uniforme. Veo en este instante mares que se congelan. Hay en un reloj un canto que nace de segundos solitarios. Glaciar visión de un escape, hay serpientes de fuego que caen del cielo en busca de presas, en burbujas de sangre me elevo a los días de cuando mi memoria es borrada. Entre luces irreales y sombras fantásticas me descubro formándome con nubes y sueños, voy naufragando lento en medio de este lugar. Aturdidamente brillante se muestra ahora mi mente. No sé dónde estoy. Sé dónde no estoy.
Duermo otra vez con heridas llenas de sal y párpados marchitos... en mi cabeza hay lugar para olvidar mis silencios y esos tantos yo que no ceden ante su propia plegaria de desaparición. Han pasado marchando unas tantas pesadillas empujando desechos de un atrapasueños manchado de pláticas de destierros, de pesares con monosílabas.
Estoy lleno de ebulliciones acromáticas, silentes relámpagos e imágenes desahuciadas.
No veo por qué el de una retirada. Por otro funeral me desintegro. Cruzó líneas y paisajes envueltos para regalo cumpleañero. Desvanecido me veo de nuevo, a cada parpadeo me vuelvo más denso, pesado. Me adentro en carretera y avanzo disparado con pólvora de azul... me vuelvo sonido en cuestión de cien años. Abro mi vista y observo el mundo totalmente, todas las imágenes y todos los tiempos los contemplo y siento. Moriré hoy, moriré hace mil años, mañana, en la tarde incrustada, en la noche es mi escenario para morir, moriré ayer y morí el martes. He despertado en una constante transformación de color a tiempo, si pudiera quedarme un tanto más en ese lugar, ese cráter que se llena de onirismo...
El cuerpo que alguna vez se distrajo en humos y senderos ahora se prolonga en un infinito suceso de gotas verdes y escarabajos traslúcidos, hay una nueva visión que se acomoda a la singularidad de este derrame de letras sin esencial nombramiento, miento, miento... dentro de las huellas ha quedado un tiempo colapsado y uniforme. Veo en este instante mares que se congelan. Hay en un reloj un canto que nace de segundos solitarios. Glaciar visión de un escape, hay serpientes de fuego que caen del cielo en busca de presas, en burbujas de sangre me elevo a los días de cuando mi memoria es borrada. Entre luces irreales y sombras fantásticas me descubro formándome con nubes y sueños, voy naufragando lento en medio de este lugar. Aturdidamente brillante se muestra ahora mi mente. No sé dónde estoy. Sé dónde no estoy.
Duermo otra vez con heridas llenas de sal y párpados marchitos... en mi cabeza hay lugar para olvidar mis silencios y esos tantos yo que no ceden ante su propia plegaria de desaparición. Han pasado marchando unas tantas pesadillas empujando desechos de un atrapasueños manchado de pláticas de destierros, de pesares con monosílabas.
Estoy lleno de ebulliciones acromáticas, silentes relámpagos e imágenes desahuciadas.
No veo por qué el de una retirada. Por otro funeral me desintegro. Cruzó líneas y paisajes envueltos para regalo cumpleañero. Desvanecido me veo de nuevo, a cada parpadeo me vuelvo más denso, pesado. Me adentro en carretera y avanzo disparado con pólvora de azul... me vuelvo sonido en cuestión de cien años. Abro mi vista y observo el mundo totalmente, todas las imágenes y todos los tiempos los contemplo y siento. Moriré hoy, moriré hace mil años, mañana, en la tarde incrustada, en la noche es mi escenario para morir, moriré ayer y morí el martes. He despertado en una constante transformación de color a tiempo, si pudiera quedarme un tanto más en ese lugar, ese cráter que se llena de onirismo...
24-25/0909/1037-0951
1 comentario:
Divagar como divaga el humo del cigarro dibujando siluetas y escafandras...
Un brindis con cerveza michelada¡¡
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