Ella habló sincera y triste,
me dijo que el sol estaba gris
que mis ojos se tornaron pantano.
Yo me quedé en silencio
fumé y le sonreí.
Ella colocó su mirada en mis pies
vio como iba la tierra comiendo mis pasos,
también la tierra te quiere comer.
-Eso no importa, todavía no estoy muerto.
1206081338
2 comentarios:
Hoy necesitaba al igual que tú,
no estar muerto.
Porque no lo estoy.
Gracias poeta.
Mientras respires...no importa lo que te digan
sigues vivo
te mando un beso
Petra
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