domingo

11 INCOHERENCIAS

Uno: Que entre el silencio que hay en mis ruidos se declara una avalancha como aquella que enterró la paciencia y la cordura.

Dos: Que estoy perdiendo ante lo que no sé y poco a poco se calla y se pierde entre lo que se dice necesitar, especialmente ahora que ya no surgen letras con lo que se siente sino que se razona con desordenado método de sofista mudo obligando a desaparecer esa llamada poesía de mis letras plasmando ahora sólo insípidos escritos de autocondena.

Tres: Que mis hojas las quemé con hierba y pepas, las letras entre resina y bronce, los signos entre plastico y coca, los relatos entre hongos y cerveza, y los poemas entre alcohol y lejanía, entre sueños desvelados y confusamente alucinantes.

Cuatro: Que la mutación de escritos es cada vez más perceptible, pues las voces y las sombras que dentro de mí sonaban se callaron y ahora sólo son ojos que observan, y yo sólo observo donde andaban pues ya no existen o andan de paseo.

Cinco: Que mi piel se tornó aspera y mi rostro raquítico pues el voluntario encierro me ha carcomido dejándome un estado de paralisis en el que sólo pienso que pienso no pensar.

Seis: Que mis piernas por primera vez las siento cansadas y me alegro de saber que los caminos son largos y que no harán falta.

Siete: Que las alas ya no están, que las guardé en mis ojos pero que puedo ponérmelas cuando yo quiera y pintarlas del color que yo quiera y darles el sentimiento que la puta situación requiera pues los vuelos son sólo cuando ando de vacaciones de mí o cuando me dé la gana.

Ocho: Que he estado viendo como la imagen en otras letras de mi pasado se plasma en el perro dejando todo con fuego pero que aún así no se vuelve ceniza lo que arde, que aún así siguen intactas las imágenes del hambre ante esa necesidad de estar en guerra pues es mi paz, pues sin movimiento me siento erratico pausado.

Nueve: Que mi corazón está latiendo fuerte y con dolor, que mi corazón está latiendo acelerado y con furor, que mi corazón esta latiendo lento y dulce, que mi corazón late como jamás lo hizo. Y los sentimiento que más miedo me dan son los que más me atraen obligando a caminar alerta a los silencios y con risa no mostrada pues ya es cuestión de estilo no reir.

Diez: Que una matemática abstracta me ha ayudado a ver los rostros de quienes aprecio dándome la dosis exacta de recuerdos para cada día eliminando así las ausencias y las despedidas.

Once: Que es ridículo que hasta ahora me diera cuenta que no tengo una teoría o una manera de decir como es mi filosofía, que no tengo la capacidad de describir cual es y que por lo tanto es mi actitud y mi fuerza contenida lo que represento cuando me explico sin explicarme, siendo absurdamente contradictorio o simplemente incoherente.



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3 comentarios:

Metáfora Espiral dijo...

Maravilloso surfear en las palabras estrellas en un oscuro silencio......un mar montaña rusa en dialogo entre vientos ahora tranquilos ahora voraces y balsas balseadoras de cualquier video ¡¡

P.D
Hoy es chocolate caliente con sonrisa y cigarro¡¡

Anónimo dijo...

Bueno, le envio abrazos no dados aunque ahora sea a distancia.

.....

María Mujer dijo...

Un saludo con mucho aprecio, un abrazo.

Solo te miro callada, solo leo las incoherencias que son tan claras.

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