domingo

1401070956

A él lo veo cada mañana,
entre fragmentos de espejo
es que llego a ver su mundo de encierro,
de certeras dudas.
Siempre me observa,
por lo menos sus ojos
rebotan en los míos.

Tiene cicatrices en el rostro;
alguna travesura infantil,
alguna expulsión de fantasía y sangre,
algún duelo con fantasmas de junio y julio,
algún corte en sus brazos.

En el ambiente de su recinto
flotan plumas,
alucinaciones de vuelo,
aroma a tabaco
y hay una taza
con un inmenso pozo de café
debajo de la cama.

Cuando abre alguno de esos
sus desordenados cuadernos
abre también sus ojos de par en par
y es como si se enamorase
de la tinta que forma esos escritos.

Siempre se recuesta en el suelo
se queda observando las sombras
que pasan en la esquina de su olvido
se queda observando recuerdos
que ya jamás podrá hacer
recuperen su forma original.

Pasan en ese recinto
mil universos entre
comas y puntos suspensivos.

La imagen del tiempo
aquí se plasma en rojo,
y nunca se determina
que es pasado,
que es futuro.

De vez en vez
veo está callado
como perdido en si mismo
combatiendo se nota
y rompe en lágrima gris
siendo esta la prueba
de que ha matado otro personaje.

Tiene su boca un llanto,
siempre lo tiene,
pero lo calla y sonríe,
con miedo y dolor,
encerrándose dentro de sus letras
se escurre a la “realidad”
que lo reclama como el mar
reclama por agua de ojos.
Entonces parte
se retira junto al amanecer
en la tempestad diurna se pierde.

Por la noches regresa
no viene cansado
jamás se cansa de caminar
mas siempre trae en sus pies
recuerdos enredados
los cuales le dificultan el paso,
y entonces me vuelve a ver como
si en verdad no me viera...
se cubre con nostalgia,
duerme agitadamente,
entre ojos cerrados
suelta su llanto
poco a poco
y este está repleto de
flagelos oníricos.

Y yo
tan sólo lo observo
como si en verdad
pudiera verlo.




1401070956

2 comentarios:

Metáfora Espiral dijo...

Detrás de la cueva de Platón me encontré un perro orinando ajeno a las logías, sólo quería jugar y luego echarse un rato ¡¡ Que elocuencia la de aquel can que no sabe de personalidades múltiples ni centros¡¡

Keep it up¡¡

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Madre mía, grandioso, que imágenes que levanta. Volveré a leerlo de nuevo y veré como saco tiempo para el que está delante.

Abrazos.

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