De nuevo entonando viejos delirios
vuelve el color de los pasos y del humo
quizás soy la tarde del olvido o el amanecer del recuerdo
no sé, pero sé que de vez en vez soy bodega de soles y lunas
de planetas infestados de caos o sumergidos en desesperación.
Recibo palabras durante mi resaca de ruido
oigo como escupen las bestias angustias y enojos…
cada mañana es lo mismo y siempre duran demasiado.
Solo queda un instante para dejar los rencores en un suspiro
y así entrar a otro laberinto y poder encontrarme mientras me pierdo.
Esta esencia crece a base de reflejos y silencios
mas continúa con los ojos cegados de tanta luz,
lo mejor será esperar que caiga la oscuridad necesaria
recostarse sobre espejos y dormir hasta poder abrir los ojos.
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