... INCOGNIMO... ... INCOGNIMO...

Esto era antes fácil... ahora es simplemente confuso o aburrido... era sólo ver al mar, al Isaac perdido entre ladridos de un jiotoso perro... esto ahora es un insulto hacia mí, una pérdida de letras y tiempo, pero bueno yo soy quien defeca esto y quien pierde el tiempo sos vos, por eso hay que dejar algo claro... esto, no es algo claro, esto es donde aparezco...icognimo... fantasma y sombra... o sólo sobra... incognimo... lento y aturdido, como gemido de ser agónico. Como luz de sol sobre sal. Esto no es más que otras palabras para VOS, para USTED, para TI, para MÍ... ¡PARA MÍ! ¡Qué estúpido es volver a ocurrir! Alguien que venga a mentir, alguien que venga a discutir y también a combatir, pues esto es dejar otra lectura que habrá de aburrir a aquellos que son intelectuales con cerebros de insectos... Bien y bien, según parece la fuerza de estas letras va cayendo, va evaporándose, un ladrido las eleva... todo está bien... aún está esperando que alguien arribe... todo está bien... bien y bien... bien y bien... no sabés de que hablo pero me seguís leyendo... Ahora te digo, las alas se han paralizado. Un sonido anuncia precipitado encuentro del rostro donde las huellas sucedieron... el suelo ahora lo entiendo; sin plataforma para chocar no hay de donde despegar. Por un momento me vuelvo a dejar ser sentimental... flores y chocolates en una tarde con lluvia de gris eternidad... seguís leyendo y viendo... no es mi culpa tu maldita idiotez... ahora te cuento, ayer desayuné de plateadas manos una rezagada lágrima del nocturno... esto parece incomprensible... ¡No! es incognimo... dentro de mi cabeza oigo al maravilloso maravilloso y lo interrumpe mi perezosa mente con alaridos de un recuerdo que no mencionaré (estoy seguro ya sabés que hablo de vos... aunque no estés). Observo oigo hablo. Observo oigo hablo. Observo oigo hablo. Observo oigo hablo. Sincronizo lo que no puedo controlar... un ritmo monótono para entrar y salir. Entrar y salir. Entrar y salir. Entrar y salir. Un estornudo hace explote la mirada de este deteriorado que tenés enfrente... y seguís allí leyéndome... no te preocupés en unos instantes habré de terminar mi tarea... esa de comer un cuerpo y luego vomitar un cursi poema... siento melancolía y me dejo masticar por miedos para luego ser escupido hacia algún abismo donde galopa el mal olor de otro personaje desértico... un cielo para destruirme con vacíos... ¿Qué he dicho ahora? Otro alter ego se ha dejado oír... ¿De qué estaba hablando? No recuerdo, mi memoria se limpia a cada segundo... así que te recomiendo no dejarme solo si querés que continúe en fuego... también te recomiendo no respondás... algo me obliga a retirarme, a saltar a otro lugar donde igual que aquí no me entenderán... a donde tendré que cambiar de color y forma... de nombre quizás... donde deberé torcerme en espiral y tostar mi locura... ¡Sí! ¡SÍ¡ ¡SÍ! torcido y tostado... ¡ATENCIÓN ATENCIÓN! Hasta aquí se llega, continuar es una locura la cual aún no me permito... así que, hasta pronto, pues yo paso a sumergirme en mi distancia, paso a mi delicioso silencio. De regreso a un viejo lugar, a una esperanza que se coloca algún intento de respiro que ha sido mandado a sospecharme en nueva estructura. Con un aliento de perro muerto es que decido verme otra vez en sucio espejo... nada más que esperar, todo por hacer. Mi mente según parece se mientes cunado de nuevo está consciente... así veo la rutina, esa de dejar mi cuerpo en tu ventana con un lazo para amarrar mi sombra y así jugar a ser un alguien que soñé. La visita al lado de mi locura ha sido gratificante, encontré lo que anduve buscando, una victoria donde se perdió. Sé que el sol ahora volverá a ser radiante y ligero, las lluvias más caóticas. Una racha de pasos escondidos de escritos nonatos... fuera de mí, del fuego y el hielo, me vuelvo piedra, me transformo en escultura abstracta. En poeta que nota sus últimas imágenes y que muere por petición del tiempo.