RELATO TONTO Y ABURRIDO III

Hay frío mi lengua está seca mis brazos adoloridos tengo en mis pies manchas de sangres y en mi oidos un grito, mi piel cada vez es más gris y mis ojos más vacíos.
Es todo encantadoramente embriagante pero el maldito sol me ilumina el día me acaricia y me raspa la tristeza, los árboles me cubren y la lluvia me baña tratando de purificarme. Todo esto está bien hasta que dejo de estar solo y el fuego inicia en mi pecho, escupo mi bomba roja y esta no se apaga, debo continuar con este fulgor dentro de mí y lo aborresco. Acaso no se entiende que debo estar por el resto de mis letras inmerso en soledad... sí, sé que el simple hecho de escribir y mostrar lo escrito me contradice, que mi vanidad de intento de escritor es lo que me destroza, pero eso lo hago por mi tanatofobia que es cada vez más grande y más comprencible. Hoy de nuevo muevo mis manos a un ritmo que no puedo controlar, dejando a su paso letras y así voy formando un relato, otro relato tonto y aburrido. Mas no puedo dejar de hacerlo es mi maldición de este cuento llamado vida, es también mi bendición pues si no escribiera mi miedo a ser ya me habría reclamado. Estoy por completo en llanto, mientras estos signos surgen mis lágrimas lo hacen de igual manera. Es tan estúpido ser amante de la escritura que me hacer romper en llanto mi soledad y lo sería más si no escribiera y sólo llorara. Lamento escribir y lo adoro también, es la contradicción de mi escencia llena de algo llamado nostalgia, si acaso esta en verdad la pudiera destruir... si la pudiera destruir no lo haría pues en mi gris ser, el nada que adoro y que me resguarda de lo que no quiero ser... feliz.